jueves, 13 de mayo de 2010

Despedida

Lamentablemente abandoné el blog y nunca me despedí de ustedes, mis lectores fieles.

MUCHAS GRACIAS POR ESTAR AHÍ!!!!

Este blog me sirvió por sacarme muchas cosas del pecho que tenía y no podía sacar en otro lado que no sea acá. De paso les aviso que estoy haciendo un nuevo blog dedicado a la generación x: http://generacionx90.blogspot.com/.


Ahora si me despido. CHAU!!!

jueves, 14 de enero de 2010

Cómo conocí a Guada (V)

Perdonen mi atraso al postear pero en el trabajo están remodelando la oficina por lo que estoy acomodado en un lugar inusual en el que mi monitor está a la vista de todo el mundo. Ésto dificulta que pueda escribir con tranquilidad.
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Retomo la historia de cómo conocí a mi ex novia. Voy a aclarar que fui lo más sincero posible al contarla y narré mis temores y mi falta de confianza sin pudor. A veces queda bien ponerme en el puesto de ganador y contar como si hubiese sido fácil la cuestión pero prefiero describir mis cavilaciones internas mientras intentaba conquistar a Guada.

Los dejo con el relato que fue escrito en la oficina a las apuradas.
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Me sentí frustado cuando perdí el primer tren hacia los labios de Guada aquella noche en Mestizo. Me había parecido una mujer interesante, totalmente diferente a lo que imaginaba por las fotos y por lo poco que habíamos chateado vía MSN. Y fue justamente con el software de Microsoft con el que pude volver a conversar con ella en el trabajo el miércoles siguiente, debido a que el martes había sido navidad.

El Jueves 26 de Diciembre me enteré, o mejor dicho me contó el protagonista de la noticia, que Claus se había visto con Sabrina la tarde anterior y habían terminado a los besos. Para mejor habían quedado en salir el sábado a Mestizo y ella iría con Guada. Me puso contento saber éso y seguí conversando con Guada vía MSN los días siguientes y poco a poco le iba cayendo mejor.

Llegó aquel viernes en cuestión. Nos juntamos en la casa de un amigo que era la base de operaciones donde nos alcoholizábamos y después salíamos en grupo a algún boliche o bar. Mientras Claus se comunicaba con Sabrina por celular para ver adonde iría ella con Guada esa noche. Mi amigo me aviso que las chicas irían a Mestizo por lo que decidimos ir para allá aunque el resto del grupo de amigos (3 ó 4) prefirió ir a la costa a seguir tomando y entrar un poco más tarde al boliche. Por eso subimos sólo Claus y yo al auto y nos dirigimos al bar en cuestión.

Cuando llegamos al lugar Claus fue directamente a hablar con Sabrina por lo que yo me quedé con Guada. En el anterior post había comentado mi falta de confianza en ésa época (que también la tengo ahora, digamos que ha sido una constante en mi vida) y fue esa carencia de autoestima lo que hizo que conquistarla fuese complicado. La charla salió forzada y era obvio que yo estaba más interesado que ella en conocernos, para peor mi humor falló en varias ocasiones y me estaba costando sacarle una sonrisa. Tan mal me fue chamuyando que en un momento ella me dijo: "Voy al baño" y ahí temí lo peor. Se sabe que una de las mejores excusas que tienen las mujeres para sacarse alguien de encima en un boliche es decir que van al baño para después salir en la dirección contraria de la que el chamuyador en cuestión la está esperando.

Tuve la suerte de que ella volvió donde yo estaba con Claus y con Sabrina. Unos minutos antes habían llegado el resto de mi grupo de amigos al boliche por lo que los saludé y no vi cuando llegó Guada al sector en donde nos encontrábamos todos. Si la vio mi amigo Willy que la sacó a bailar sin darse cuenta (eso dice él) que era la mujer que yo tenía en vista. Bailaron 30 segundos hasta que otro amigo (mientras yo lo miraba con cara de ojete y le hacía señas) le dijo que la soltara. Yo me volví a acercar a Guada y comenzamos a bailar un rato de vuelta. La charla fluyó mejor esta vez y ella empezó a contarme de sus cosas y yo de las mías. En un momento la miré fijamente a los ojos y le dije que ella era muy linda lo más sincero posible, ya que era la más absoluta verdad (me cuesta mucho mentir y si la mujer en cuestión no me gusta, omito cualquier comentario sobre su apariencia física).

El elogio a su belleza y clavarle la mirada en sus ojos color miel parece que hicieron efecto debido a que le saqué una sonrisa de oreja a oreja. Sabía que áquel era el momento para abalanzarme contra ella por lo que intenté robarle un beso. Para mi sorpresa ella arqueó la espalda para atrás y me lo esquivó, acción que tiró mi confianza aún más abajo. A pesar de aquella pequeña frustación decidí intentar de nuevo, no quería salir de perdedor aquella noche, por suerte a la segunda vez ella me devolvió el beso y empezamos a tranzar hasta el final de la noche.

Continúa...