Musa inspiradora II

Continuamos con la historia.....

Era muy difícil desprenderme de ella la verdad. Por más que jamás había pasado nada entre nosotros el hecho de no verla más hacía que se me cerrara el estómago. En esos días de mierda que pasé en aquel colegio ella, por así decirlo, era un oasis entre tanto desierto para mí. Pero 9no. llegó y ella se fue a un polimodal distinto del que mis viejos eligieron para mí.

Vivíamos cerca, a 5 cuadras nomás. Pero apenas si me la crucé un par de veces en el colectivo y en la parada del mismo. Las pocas ocasiones en que tuve la suerte de toparme con su humanidad las disfrutaba, la admiraba y saludaba tímidamente y me iba masticando su imagen en mi mente. Juro que las noches después de verla se me hacían largas porque me quedaba pensando lo que nunca fue y lo que me hubiese gustado que pase. No estaba enamorado (ahora lo sé) pero si me gustaba mucho.

Corría el verano 2006 (yo tenía 21 años ya, en el 2002 había terminado el Polimodal) y trabajaba en un polirrubro de mala muerte en la terminal de omníbus de Mar del Plata. No sé si conocen la Terminal de "La Feliz" pero es simplemente horrible, al lado de ella Retiro parece el shopping Unicenter. Para peor trabajaba todos los días sin franco y en el "hermoso" horario de 22 a 6 de la mañana.. Debía ser la 1 de la madrugada de una noche tranquila cuando vinieron a comprar un grupo de 4 chicas un par de pilas para su cámara digital. Entre ellas estaba ella, que aún no lo dije, pero se llama Pilar. Intercambiamos un par de palabras, también con las amigas que debo de admitir que estaban muy lindas, y nos despedimos. Nada anecdótico en definitiva, pero no sé porque ese día estaba inspirado y en mi cabeza apareció una canción que necesitaba trasladarla al papel con urgencia.

En el kiosco berreta en el que estaba no había un puto papel por lo que tuve que desarmar un paquete que contenía 10 atados Marlboro, "darlo vuelta", agarrar una de las lapiceras de malísima calidad que tenía para vender y ponerme a escribir. Tanto la letra como la melodía salió de un tirón y fue tan extraño e impulsivo que después de releer lo que había plasmado en aquella pseudo-hoja entendí lo que había querido decir, cual era le mensaje detrás de todo.

La canción no era nada del otro mundo, pero la dejo para el próximo post. Me siento un Tarantino dividiendo la historia al mejor estilo Kill Bill.